El ‘audiolibro’, la última revolución literaria

 

Un lápiz que garabatea casi solo en una mano. En la otra, el teléfono. De repente, una voz grave y profunda de hombre rompe el silencio al otro lado de la línea. «Volvía a ser de noche. En la posada Roca de Guía reinaba el silencio, un silencio triple», se escucha. Menos de un minuto del libro El Nombre del Viento recitado al oído y quien aguarda se transporta al mundo creado por Patrick Rothfuss. Al volver a la realidad, la explicación: en Penguin Random House han sustituido la musiquita de espera por unos segundos de audiolectura.

Se trata de la última incorporación tecnológica al mercado literario, un sistema que, pese al romanticismo que envuelve a la industria, ha entrado en el sector por la puerta grande. «El audio en general está teniendo un boom en negocios donde ya estaba aceptado, porque todo el mundo tiene ya dispositivos para escuchar, porque los canales digitales tienen mucha fuerza y porque, en general, ha habido un auge del audio», explica la Directora de marketing, comunicación y desarrollo de negocio de la editorial, Carmen Ospina. «Todo el mundo está enganchado a los podcasts, todo el mundo puede escuchar audio y lo disfruta».

Y todo eso se ha mezclado con la llegada de los asistentes virtuales por voz como Alexa, «que hacen que el consumidor se acostumbre a escuchar y a consumir escuchando».

El hecho es que el concepto triunfa. De hecho, va a ser uno de los temas de debate y exposición incorporado a Liber, el mayor encuentro de la industria del libro en español, promovido por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) y celebrado en las instalaciones de Fira Barcelona.

Allí, por ejemplo, estará la productora de audiolibros MiutBooks, que exhibirá (con sorpresa incluida) lo que es, de verdad, crear un libro de este estilo. Porque, más allá de lo que pueda parecer a simple vista, el proceso de grabarlo se asemeja al de una representación teatral.

«Trabajamos con autores, directores, actores, locutores e ingenieros de sonido: juntos creamos un método para narrar el libro desde la emoción, que es lo único que puede conectar a una obra con un oyente«, explica Juliana Ruedas, ingeniera de sonido de la productora. «Nosotros partimos de una materia prima que es la literatura, y es el respeto a esta obra literaria lo que nos hace hacer un producto bien hecho, que se incorpora a la oferta de la obra escrita no como conflicto, sino como una experiencia más que genere el placer de leer para cuando uno no puede permitirse tener un libro en la mano».

«Hay gente que es muy buena entendiendo la palabra escrita, pero hay otra que su comprensión lectora funciona muy bien cuando alguien se lo cuenta, esto es otra manera de leer», remata la misma.

Lo que es importante, matiza Albert Codina, director de la también productora de audiolibros Booka, es que se cuente con profesionales en la materia para ello, porque eso probablemente será lo que lleve a este formato al éxito absoluto. «No vale todo: se supone que un audiolibro tiene que estar bien narrado, interpretado, estructurado… debe transmitir una sensación cercana, natural, intima… por eso se es muy exigente con el locutor», explica el mismo. «Lo que no puede ser es que alguien compre un audiolibro y que sienta que está hecho por aficionados, que sienta que ese producto no le transmita nada».

El proceso es tan exhaustivo, desvela el mismo, que puede tardar entre un mes y un mes y medio en estar terminado.

Codina apostó por el audiolibro en 2014, cuando ya estaba claro que esto sería un éxito en Estados Unidos, Alemania o Reino Unido (países donde, efectivamente, lo es). Y este último año, aunque en España haya costado un poco más, este sistema ha crecido un 33% en éxito de ventas y ya existen unos 5.000 títulos en castellano. Tenemos, incluso, una plataforma al estilo de Netflix o HBO llamada Storytell, que ofrece acceso a cuantos audiolibros se quiera por un pago mensual.

Y según desveló el máximo responsable de Penguin Random House, Markus Dohle, se prevé que en siete años se vendan más audiolibros que e-books. Aunque la intención final es que haya distintas formas de consumir literatura y que cada lector elija la que le es más cómoda, o la que le encaje mejor. Sin pretender que una supere a otra.

La lectura digital, de hecho, no queda ni de lejos, en segundo plano en Liber, que volverá a conceder especial atención tanto a la evolución digital del libro como a la autoedición, que contarán, en la feria, con dos áreas específicas. La feria empieza el miércoles 3 de octubre.

Fuente: Elmundo.es