El reto de no abandonar la lectura a partir de los 14 años, cuando más del 80% lee en su tiempo libre

Este domingo se celebra el Día Internacional de los Escritores, una disciplina que para existir necesita de los lectores. Aragón supera la media en España, con una población lectora del 64,3%. En todo el país, según el informe que elabora el Ministerio de Cultura con la Federación de Gremios de Editores, el 86% de los niños entre 6 y 9 años lee en su tiempo libre, siete puntos más que el año anterior, y este dato se mantiene muy similar hasta los 14 años. Después es cuando se percibe un abandono de la lectura. 

Si se buscan los motivos por los que se deja a un lado este hábito, destaca la falta de tiempo, las obligaciones educativas y la búsqueda de otras alternativas en el tiempo libre, sobre todo la práctica deportiva. 

La escritora y poeta Luisa Miñana apunta que «es necesaria una reflexión» sobre cómo consumimos nuestro tiempo y cómo lo repartimos. Todas las épocas han tenido formas de lectura y no siempre han sido las mismas. «La lectura del silencio individual llega de mano de la burguesía que tiene un espacio donde hacerlo, pero no era así en la Edad Media», cuando se leía de manera comunal, explica Miñana. Una de las claves es que hay que hacer compatible la imagen, predominante en la actualidad, con la lectura, pero recuerda que «sin una estructura gramatical no hay pensamiento». Es necesario dotar a los jóvenes de herramientas y métodos donde la lectura de siempre se una a las nuevas formas y «se hibriden para encontrar nuevos espacios», insiste. 

Para Miñana, «se está infantilizando a los jóvenes» a través de un género juvenil que se alarga muchísimo en el tiempo y que no va acompañado de obras más complejas. Eso acrecienta la brecha, sobre todo, a partir de los 17 años. 

«La obligación nunca funciona»

Varias investigaciones, como la que presentó en diciembre la Universidad de Valencia, alertan de que la lectura por ocio en papel ayuda más a la comprensión que la digital. Pese a estas conclusiones, escritores y promotores culturales insisten en que no se debe «demonizar» y que ambas maneras de acceder a la lectura deben convivir. 

«El secreto es que no hay secreto» para conseguir crear nuevos lectores o fomentar este hábito, afirma Jorge Gonzalvo, escritor, profesor de escritura creativa y coordinador de Atrapavientos. Y refrenda esta afirmación con una frase de Borges que dice: «El verbo aprender, como el amar, se llevan muy mal con el imperativo». De esta manera, señala Gonzalvo, se explica también por qué la lectura no puede ser obligatoria. 

Atrapavientos recibió el Premio Nacional al Fomento de la Lectura en junio de 2022, con el que se reconocía el esfuerzo de esta entidad con iniciativas como ‘Libros que importan’. Desde que se fundó, en 2010, han organizado diferentes campañas y actividades para conseguir hacer nuevos lectores. Si algo tiene claro a la hora de definir este tipo de propuestas es que «la lectura debe asociarse a momentos divertidos, se tienen que generar ganas de leer», remarca.

Los cómics abren una puerta a la fidelización de jóvenes y adolescentes lectores, siendo «uno de los géneros que más ayudan a captarlos». En esta etapa de la vida, asegura también Gonzalvo, «hacen mucho daño las pantallas»; de hecho, «está demostrado que un joven pasa más tiempo al año conultando pantallas digitales que en el centro educativo». No defiende que la lectura solo deba realizarse en papel, pero sí señala que la mejor manera de leer es con concentración y evitando «las constantes distracciones» que supone leer en un ordenador, un móvil o una tablet cuando no dejan de entrar alertas o mensajes. 

La inteligencia artificial como cómplice

«No funciona demonizar las nuevas maneras de leer», subraya Gonzalvo, quien explica que en las últimas campañas han utilizado la inteligencia artificial. De manera paralela, han pedido a CHAT GPT crear una historia; y con los mismos parámetros lo han hecho los jóvenes. El resultado siempre se repite: «Ganan por goleada los textos escritos por humanos». Pero, insiste, la IA puede servir para descubrir textos, libros o autores e incluso para demostrar que se equivoca, lo que «ayuda a crear pensamiento crítico». 

Los clubes de lectura ayudan si se hacen de manera activa y la incorporación de herramientas como la inteligencia artificial «le está dando vuelta a casi todo y negarla sería un error», incide. «Los conceptos de escritura se pueden abordar como un juego», apunta. 

La experiencia lleva a Jorge Gonzalvo a recopilar también algunas recomendaciones para fomentar la lectura entre los jóvenes. No puede faltar que la actividad esté vinculada a la diversión y al placer, que sean los propios lectores los que elijan, que la lectura nunca sea obligatoria y leer en voz alta. A lo que se suma en las iniciativas que promueven desde Atrapavientos que los jóvenes recuperen la idea de pertenecer a un grupo

No es necesario renunciar a ninguna herramienta, tampoco a la evolución digital, afirma Luisa Miñana. Se siente comprometida con la búsqueda, la indagación, y eso le ayuda a entender las posibilidades que abre tanto la escritura electrónica como la lectura en un entorno digital, y así lo ha demostrando en publicaciones en las que combina textos con imágenes, escritura electrónica y accesos en hipertexto. 

No todo el mundo ha llegado a la lectura desde la biblioteca de su casa, por eso, asegura Miñana, hay que abrirse a todas las posibilidades. En transmedia, por ejemplo, con diferentes soportes y lenguajes, «se ayuda a abordar la misma historia desde distintas perspectivas», que pueden ser atractivas «para facilitar el acceso a la lectura de una manera atractiva», concluye. 

Fuente: https://www.cartv.es